Cuando Google tenía un algoritmo mucho más sencillo, una de las variables más importantes que media era la cantidad de veces que aparecía una palabra clave para una determinada búsqueda. Pero en el momento en el que los Seos se dieron cuenta de este sistema de trabajo empezaron a abusar de añadir la palabra clave por todos lados y de todas formas, daba igual si era visible o si estaba oculta. Esto molestaba de gran manera Google ya que su único objetivo era dar la mejor respuesta al usuario, pero en cambio así lo único que aparecía era basura sobreexplotada por SEOs. Así que mejoró su algoritmo y empezó a penalizar a todas las personas que utilizaban esta técnica. Esta técnica se acabó llamando keyword stuffing y a día de hoy ya está en total desuso porque no tiene sentido ni para el usuario ni para Google, además de que te van a penalizar instantáneamente. De ahí que, está bien utilizar la palabra clave que queremos trabajar, pero hay que ir con cuidado de no pasarse de la densidad palabra clave para que Google no sospeche.